jueves, 3 de marzo de 2011
Una historia... 15 de mayo de 2010...
Hoy te escribo para que leas. Y es la última vez que lo hago. Nuestra relación representa un sacrificio muy grande para los dos, y por lo tanto no podemos seguir siendo una pareja, si es que alguna vez lo fuimos. Yo necesito cosas que para vos representan una tortura y te rompen las pelotas. No puede ser que te rompa las pelotas pidiéndote abrazos y besos cuando los necesito, si vos no tenés ganas de hacerlo. Pero tampoco puedo estar con alguien que nunca tenga ganas de abrazarme y besarme, y que nunca lo haga espontáneamente. Tampoco puede ser que te rompa las pelotas preguntándote si me querés por el simple hecho de que necesite escucharlo, pero tampoco puede ser que sabiendo lo importante que eso es para mí no lo hagas. Aunque a veces me digas que yo ya sé que me querés, no me siento correspondida. Vos no necesitás hacerme mimos, no necesitás abrazarme, no necesitás besarme, y eso es una realidad. Pero hay dos cosas: primero: en una pareja debe existir ese contacto físico, sino es una simple relación de amistad. Segundo: sabiendo la importancia que tiene para mí ese contacto contigo, no buscás el momento de hacerlo nunca. Siempre hay cosas prácticas por hacer que son más urgentes, como lavar la ropa, comprar una lima, jugar en la computadora, o dormir... todo al mismo nivel de importancia. Si nunca encontrás el momento, pienso que no es ya sólo que no sientas necesidad de hacerlo, sino que para vos es una tortura hacerlo, y lo hacés sólo cuando no te queda otra porque sino yo te "rompo las pelotas". Y cuando te digo que me lastima tu rechazo, prefiero creer que no lo entendés, pero a veces pienso que no te importa hacerme sentir mal. Hoy te pregunté si querías que yo fuera feliz y si me querías. La respuesta a ambas preguntas fue "no rompas las pelotas". Ok. No rompo más las pelotas. Nunca más. Yo tenía la esperanza de que me dijeras que sí, y que en ese mismo momento me abrazaras y me besaras con todas tus fuerzas. Eso porque soy una idiota. Debí imaginarme tu reacción. Yo creía que me querías y que mi felicidad era importante para vos, hoy me demostraste que no es así. Yo creía que podía ser feliz contigo. Hoy me demostraste que mi felicidad no te importa, independientemente de lo que pienses. Eso fue lo que demostraste con tus actitudes tus palabras y tus silencios. Ya no quiero más "romperte las pelotas". No lo merecemos ninguno de los dos: yo no merezco estar en una relación que me duele y vos no merecés que te rompa las pelotas
Etiquetas: hombres, relaciones, inmaduros, pareja
amor,
carta de amor,
pareja,
rechazo,
relaciones,
ruptura pareja
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario